Este equipo continúa tejiendo su leyenda. Hoy ha roto el estúpido mito futbolero de lo difícil que es ganar dos partidos seguidos en casa, además ante con un resultado claro ante el rival más potente que ha tenido hasta el momento. El equipo crece para lo bueno: algunas combinaciones ofensivas, como la del tercer gol y la jugada anterior al mismo, empiezan a destilar calidad de equipo con llegada. También hoy ha mostrado cosas que, en el código penal del fútbol, estan castigadas con cárcel, como la cesión de balones al portero con rivales cerca, algo que ha podido costar caro a los albiazules. Sin embargo, siguen haciéndose las cosas básicas bien -buena armazón defensiva, temple y mucho trabajo en la medular- y tenemos hasta la pizca de suerte necesaria para que un centro envenenado del rival acabe en el larguero, y no dentro, y para que el único gol rival haya sido anulado por un fuera de juego que, según qué árbitro, igual no lo hubiese cobrado como falta. Lo hacemos bien, estamos bendecidos, y que dure.
Me comentaba en la grada mi amigo Guillermo, que lleva un blog sobre vinos y casi tantos partidos como yo viendo al Glorioso, lo siguiente: "Me gusta este equipo, porque es un equipo cabrón. Si el rival jugase como jugamos nosotros, les llamaría de todo, pero cuando lo hacemos nosotros, me encanta". Suscribo al 100% este comentario. Veo a gente como Miki que llena campo y tapa al rival, a Manu García no dejando que le falte al respeto ni el apuntador, a Negredo haciendo faltitas tácticas en el área rival, al equipo en general presionando, con ayudas, sabiendo ser martillo, pero también sabiendo ser yunque cuando el rival, como hoy, ha dominado y ha tenido el balón controlado, aguantando hasta que el Real Unión no ha dado más de sí físicamente.
Otro amiguete, Mikel, un nachogonzalista convencido, estaba eufórico tras el partido. Mikel me presentó hace unos años a Nacho cuando tomamos unas cañas junto con Andrea Orlandi en la ciudad deportiva del Nàstic, el día que se nos fue el ascenso por unos días entre las manos de Bonano casi al final del partido. Mikel atribuía todo el mérito del equipo al míster, que ha "fichado con criterio" y que está montando un equipo bien armado atrás. Desde luego, no le voy a negar a Mikel que los melones están saliendo buenos, al menos de momento, y no parece que vayan a ir a peor.
Y no quiero acabar esta epístola post-partido sin hablar, y muy bien, de la zona de animación, de un fondo Polideportivo que está rayando a un gran nivel. Una animación continua, ruidosa, y respetuosa con todos. Su contribución al espectáculo futbolístico está siendo formidable. Que siga así. Y también es de justicia hablar bien del rival, un Real Unión que no ha desmentido en absoluto su fama de buen equipo, y que ha dominado en muchas fases del partido. Un 3-0 es un castigo severo para los irundarras, que tienen pinta de ser uno de los equipos de los que querremos saber el resultado en los diez últimos partidos de liga.
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