domingo, 2 de septiembre de 2012

Continúa la normalidad

Pues será septiembre, solo la segunda jornada, quedará toda la liga por delante, no habrá que echar las campanas al vuelo y seguro que, si llueve, la tierra se moja. Obviedades y tópicos futboleros baratos aparte, el equipo va líder en solitario tras dos partidos en los que ha sido mejor que sus rivales -que sí, que son recién ascendidos- y en los que no ha encajado ningún gol. En club con una historia con bastante más hiel que miel, es momento de estar contentos. Y esperanzados, ¿por qué no?

Mendizorroza sin luz, pero con flashes en la grada
Es cierto que en los últimos años el Alavés ha solido ser líder en las primeras jornadas, para luego doblegarse ante rivales más regulares, y más completos. ¿Por qué este año va a ser diferente? Pues porque es el que tenemos. Y porque el equipo rezuma una normalidad pasmosa, en la que el segundo partido es mejor que el primero, la defensa se muestra todo lo sólida que se puede mostrar a primeros de septiembre, pocas semanas después de conocerse entre sí sus integrantes, en la que se trabaja mucho para superar a equipos como el la SD Logroñés de hoy, que intenta presionar desde muy arriba, buscando el error albiazul que no llega. La normalidad de convertir alguna que otra ocasión en gol -lo que supone que se crean ocasiones- y la normalidad de que el equipo se siente a gusto en casa, que no teme a vérselas con sus seguidores, a los que no debe nada en la cuenta de la actitud, y trata de pagar con goles y triunfos la cuenta del agradecimiento.

Si cuando estábamos en Segunda -y más aún cuando estábamos en Primera- necesitábamos que sucediesen cosas poco normales para poder destacar, en Segunda B el Alavés solo necesita para meterse en play-off que las cosas sean normales, porque lo normal es que un equipo con el potencial relativo del Glorioso acabe líder de este grupo. Por eso, se agradece sobremanera la normalidad que transmite este equipo, que se traduce en buenos resultados.

La anormalidad ha venido de fuera de rectángulo de juego. No recuerdo un apagón en Mendizorroza como el de hoy. Por poco nos tenemos que ir a casa con un partido sin acabar. Son cosas que pasan rara vez, y que servirán para que recordemos este partido dentro de unos años. El equipo ha vuelto al campo concentrado y el apagón no ha tenido consecuencias.

A cuenta de esto del apagón, resulta chocante que un club que renuncia a poner el nombre de los jugadores en las camisetas y a asignar dorsales a jugadores -daba envidia ver hoy a un recién ascendido con camisetas numeradas y con nombre- ponga un partido a una hora en la que va a necesitar iluminación artificial durante toda una parte. ¿No necesitamos ahorrar?

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