El Atlético Sanluqueño afronta su sexta campaña en 2ºB con el claro objetivo de la permanencia. · Su juego se basa en la rigidez defensiva y el equilibrio entre líneas.
Para el Atlético Sanluqueño, rival del Alavés en el choque de Copa previsto para esta tarde, la actual no es una temporada cualquiera. El ejercicio 2012/13 arrancó para el equipo de Sanlúcar de Barrameda, a unos 55 kilómetros al norte de Cádiz, con el único objetivo de asentar las bases de su proyecto en la división de bronce tras dos décadas de ausencia en la misma. Para ello, el equipo verdiblanco cuenta con un nutrido grupo de jugadores de la provincia, casi todos con una notable experiencia en el balompié andaluz.
Hasta seis de los futbolistas que integran la plantilla de Pedro Buenaventura son naturales de Sanlúcar de Barrameda. Junto a ellos, numerosos futbolistas naturales de diferentes localidades gaditanas, principalmente Cádiz o Jerez, integran el núcleo duro de una plantilla que cuenta con dos extranjeros en sus filas: el portero Daniel Savu (rumano) y el extremo diestro Nelson (francés).
Tras consumar su descenso a Tercera en la temporada 1991/92, los gaditanos pusieron fin a un lustro de travesía por la 2ºB, hasta el verano pasado su única experiencia en las tres primeras categorías del fútbol estatal. Es por ello que, como su condición de recién ascendido marca, el objetivo inicial es la supervivencia dentro del grupo IV, situación que marca el estilo de juego que, a buen seguro, presentarán hoy en Mendizorroza.
No es el equipo de Buenaventura uno muy físico ni muy técnico, sin embargo puede presumir de hacer alarde de un estilo de juego bien preparado y plasmado sobre el césped. Pese a no conocer la victoria en el torneo doméstico y estar bordeando las posiciones de descenso con dos puntos cosechados sobre nueve posibles, las sensaciones trasmitidas en sus tres compromisos ligueros no dejan en tan mal lugar al plantel.
La idea del técnico gaditano pasa por fortificar su entramado defensivo y dotar a su plantilla de un equilibrio entre líneas que la mantenga unida ante las embestidas rivales. Dentro de ese esquema, Buenaventura tiene en el exalbiazul Romerito, en la recta final de su carrera, a su pieza clave para la medular. El sevillano es el primer hombre por delante de la zaga y de sus movimientos depende buena parte del juego andaluz, el cuál se ha permitido incluso llevar el peso de algunos partidos aunque ello le haya costado un bajón físico que ha pasado factura en la segunda mitad.
Para el partido de Copa, su primera participación en el torneo tras 19 años de ausencia, el Sanluqueño tendrá las bajas del lateral diestro Portela y el ariete Juanma, descartados por el técnico, quien podría recuperar al zaguero Lolo, al extremo Óscar Silva y al mediapunta Diego Ramírez.
Su segundo entrenador trabaja para la Juventus de Turín
Pese a la distancia que separa Sanlúcar de Barrameda de Vitoria (unos 920 kilómetros) y los escasos recursos de los que dispone el club andaluz, el técnico del Sanluqueño estará, a buen seguro, sobradamente asesorado acerca de todos los secretos del Alavés. La culpa de ello la tiene su segundo entrenador, quien recientemente fue contratado como ojeador para la Juventus de Turín, campeón del Calcio italiano la pasada temporada. Alejandro Muñoz, alias Chiqui, natural de Sanlúcar de Barrameda, fue jugador del San Fernando y el Jerez Industrial y, tras colgar las botas, trabajó de ojeador para el Almería y el Novara, equipo de la Serie 'B' transalpina. En su nueva labor dentro del club bianconero, 'Chiqui' trabajará como ojeador en los campeonatos de Sudamérica y Centroamérica.
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