El club melonero

En Deusto les llaman "tomateros", en Leganés "pepineros", y aquí somos "patateros", aunque dentro de poco nos vamos a poder llamar a nosotros mismos "meloneros", y no por la silueta de melón que tiene nuestro escudo desde que Antón decidió cambiar el banderín de toda la vida por un diseño dizque moderno.

Berruet, un "melón" que salió bueno

Uno de los símiles futboleros que se suele usar a principio de temporada es el que compara a un jugador desconocido con un melón, del que no se sabe si es bueno hasta haberse abierto. O sea, hasta que juega. En los últimos años llevamos tantos "reset" que se ha convertido en costumbre -mala costumbre- el que a primeros de liga nos encontramos con la casi totalidad de la plantilla albiazul compuesta por jugadores a los que la mayoría de los mortales no conocemos salvo, en algún caso, por lejanas referencias.

Brandán, un "melón" que salió "rana"

El de este año es el segundo melonar que nos propone la directiva de Querejeta, a la que se le conoce como principal mérito el haberse convertido hace un par de años en la única a la que las instituciones, principalmente la Diputación, querían tener enfrente a la hora de ayudar económicamente al club.

Tras desmantelar una plantilla, la de hace dos años, que consiguió pasar una ronda de play-off pese a tenerlo todo en contra, hicieron un equipo al que le cabe el dudoso honor de haber logrado la peor clasificación del club en los últimos veinte años. Un equipo que han desmantelado este verano, hasta donde han podido, que ha sido casi todo, para volver a crear un conjunto nuevo, por hacer como tal conjunto, y que nos va a volver a deparar un inicio liguero en el sabremos quiénes son los nuestros gracias a que, al menos, van a seguir vestidos de albiazul. A ver si el melonar sale excelente esta vez.